Tony Hsieh es uno de los emprendedores que más reconocidos en los últimos años. Este estadounidense de origen taiwanés creó muy pronto su primera empresa. Con apenas nueve años montó un negocio de venta de gusanos de seda, pero fracasó. Mientras cursaba primaria, se embarcó en otro negocio: chapas personalizadas por correo. Se trataba de una empresa familiar que luego pasó a sus hermanos menores y que les reportaba 200 dólares (177 euros) al mes. Mientras estudiaba Computación en Harvard se dedicó a vender pizza a los estudiantes de su colegio mayor. Unos años más tarde, cuando terminó la carrera, trabajó en Oracle y en Microsoft. Dejó ambas compañías a pesar de tener un buen salario. Hsieh no se sentía ilusionado, aunque ganaba una gran suma económica. Cuenta que lo descubrió gracias a la alarma de su despertador: una mañana tuvo que sonar hasta seis veces para darse cuenta de que no quería seguir donde estaba.
Su último proyecto exitoso fue Zappos, una empresa de venta online de zapatos. La compañía estaba arruinada cuando la compró, pero Hsieh identificó algo muy difícil de encontrar: la pasión. Ese fue el motivo que le llevó a transformar Zappos y a convertirla en todo un icono. Incluso la prestigiosa revista Fortune la incluyó entre los primeros puestos de su lista de las 100 mejores compañías para trabajar. En 2009, Amazon compró la empresa de venta online de zapatos por la suma de 1.200 millones de dólares. (1.006 millones de euros)
Hsieh narró su historia y su filosofía de vida en el libro Delivering Happiness. ¿Cómo hacer felices a tus empleados y duplicar tus beneficios? El emprendedor reconoce que “la vida no es la búsqueda de uno mismo. La vida es más bien la creación de uno mismo”. Para ello, Hsieh propone que, independientemente de dónde estemos, tratemos de crecer profesionalmente, aunque sin olvidarnos de ayudar a la organización para que también crezca. “Es importante que te cuestiones y te exijas a ti mismo y no estar atrapado en un trabajo en el que sientes que no estás creciendo o aprendiendo”, insiste Hsieh.
Cuando las opciones para cambiar de empleo no son fáciles, tenemos que cambiar nuestra actitud o comenzar a involucrarnos en proyectos que nos permitan seguir aprendiendo. Hsieh sugiere que nos hagamos algunas de las siguientes preguntas para indagar en nosotros mismos y así tomar decisiones en nuestra vida profesional:
1. ¿Creces profesionalmente?
2. ¿Eres ahora una mejor persona respecto a la que eras ayer?
3. ¿Qué haces para que tus compañeros de trabajo y los que están a tu cargo crezcan personalmente?
4. ¿Cómo te desafías y te exiges a ti mismo?
5. ¿Estás aprendiendo algo nuevo todos los días?
6. ¿Cuál es tu visión de dónde quieres ir?
7. ¿Cómo haces que la compañía entera crezca?
8. ¿Estás haciendo todo lo que puedes para promover el crecimiento de la compañía y, al mismo tiempo, estás ayudando a otros a entender el crecimiento?
9. ¿Entiendes (y compartes) la visión de la compañía?
10. ¿Crees en lo que haces?
11. ¿Compartes los valores de la empresa?
Nos daremos cuenta de que el constante aprendizaje es el motor para avanzar y para reinventarnos en momentos difíciles. No podemos dejar de aprender en ningún momento. Ese será nuestro pasaporte para mejorar nuestra empleabilidad, avanzar como profesionales y, de paso, sentirnos más realizados y felices.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/06/15/laboratorio_de_felicidad/1592202374_424792.html