Todos en algún momento en el trabajo podemos perder la calma y no sabemos cómo controlarnos.
Las culturas empresariales que impulsan la empatía y el entusiasmo traen grandes beneficios que van desde un aumento en la creatividad hasta una disminución del ausentismo.
¿Qué sucede cuando tus emociones te superan? Hay ciertos tips que podemos tomar en cuenta para que esto no nos suceda.
- Explosión de ira:
Aprender a manejar el enojo es un elemento clave. Si siempre te mostrás molesto podés estar transmitiéndoles a tus empleados esa sensación. Si le gritaste a alguien del equipo por error, debes pedir perdón.
Tu enojo debe canalizarse por otro lado, en lugar de echarle la culpa a alguien, trata de modificar ese enojo y transformarlo en una acción positiva. Por ejemplo, si un contrato no surgió, debes tratar de aprender la lección y utilizarlo como enseñanza hacia tus empleados, esto puede servir como un punto de motivación.
- Llanto:
Muchas veces, el llorar puede ser visto como una señal de debilidad. Sin embargo, esto no tendría ningún impacto en el éxito de una persona. Si estás en una situación difícil, el llorar puede servirte para descargar y seguir para adelante. Lo mejor es no tratar de llamar la atención.
- Ataque de risa:
El control de esta emoción depende del contexto. Si estás en contexto de reunión con tus colaboradores y algo te hace reír, puede servir para liberar tensiones.
Si un empleado piensa que te estás riendo de él o ella, puede terminar lastimando sus sentimientos. Debes asegurar de que la gente sepa de que te ríes con ellos y de ellos.
Desde DK Consultores, recomendamos seguir estos consejos para no perder la calma en alguna situación de trabajo.