Notas

Las personas con discapacidad y el desafío de la inclusión laboral

Para las personas con discapacidad en la Argentina, el derecho a un trabajo es uno de los más vulnerados, tanto que solo un 32,2% de esta población en edad laboral logra acceder a un empleo. Los más afectados son los jóvenes de hasta 29 años, se trata de una situación crónica y con una marcada brecha entre hombres y mujeres.

El último estudio del Indec, de 2018, establece que la población discapacitada mayor de 16 años asciende al 10,2 por ciento. La mayoría de los niños y adolescentes con discapacidad recibe educación (aunque el nivel alcanzado es variable), pero luego solo un tercio encuentra trabajo.

En muchos casos, no son seleccionadas por los prejuicios que aún persisten sobre su nivel de responsabilidad y capacidad para cumplir con las metas establecidas.

Muchas empresas no saben que pueden incorporar un muy buen talento con discapacidad; creen que todos se trasladan en silla de ruedas porque el símbolo universal de la discapacidad en parte ayuda a distorsionar el concepto. Hay muchos tipos de discapacidades que no necesitan espacios adaptados.

En nuestro país se cumple parcialmente lo dispuesto por la ley 22.431, que prevé que el 4% de los puestos en la administración pública nacional y provincial y en las empresas prestadoras de servicios públicos debe ser cubierto por personas con discapacidad.

Gabriel Marcolongo, CEO de Incluyeme.com, una empresa B (con un fin social), que trabaja por la inclusión laboral de personas con discapacidad en América Latina, comenta que las barreras «suelen comenzar en la entrevista, porque el entrevistador se enfoca más en la limitación que en el postulante». Hay que cambiar el foco. «Personas con discapacidad visual o baja visión pueden utilizar lentes especiales o un magnificador y realizar sin problemas una cantidad de tareas», ejemplifica.

Otro prejuicio es que las personas con discapacidad van a faltar más o tendrán un menor rendimiento. Hay muchos ejemplos de empleados con un alto nivel de compromiso porque saben que las oportunidades no abundan.

Sí puede ocurrir que deban ir más a menudo al médico o a tratamientos de rehabilitación.

Diversidad e inclusión

En la empresa Incluyeme.com, hay 98 personas con capacidades diferentes: motriz, visual, auditiva, condición del espectro autista (CEA), y también un empleado con parálisis total que va a la oficina con su asistente. Lo que buscamos es incluir. Los sectores que han tenido empleados con discapacidad solicitan más. Es que el clima de trabajo que se crea es distinto. La diversidad siempre suma.

En nuestro país las empresas privadas que emplean a personas con discapacidad tienen beneficios impositivos. Pero el CEO de Incluyeme dice que difícilmente una compañía las contrata por eso. Los sueldos pueden resultar engorrosos de liquidar, advierte, y en empresas grandes las deducciones no tienen gran impacto en las finanzas. «Para las pymes es más interesante, pero en general no conocen el tema», señala.

Autismo en el trabajo

En la compañía SAP, especializada en software corporativo empresarial, existe un programa llamado «Autismo en el Trabajo» que coordina Alejandro Masip, director de Proyectos de Finanzas y también papá de un chico de 12 años con Condición del Espectro Autista (CEA)

Actualmente, el programa tiene 14 empleados. Uno es Guido Cavaliere (30), que trabaja en finanzas. Es bachiller en Ciencias Naturales, habla, lee y escribe muy bien en inglés, toca el arpa y practica natación. «Trabajar es muy importante -asegura-. Me permite evitar un estado de inquietud. El trabajo te ayuda a sentirte útil, validado, te ayuda a aprender sobre diversidad. Pero no es trabajar de cualquier cosa, es necesario que uno se desarrolle. Creo que las personas con CEA deben animarse a postularse a posiciones laborales».

En la página web del Ministerio de Trabajo ( https://www.argentina.gob.ar/trabajo/discapacidad ) se cuenta sobre programas y acciones para favorecer la contratación de personas con discapacidad. Se puede acceder a un sistema de búsquedas y registro para postulantes e inscribirse para entrevistas. Hay programas de pasantías temporarias en empresas, planes de formación y asistencia técnica, talleres protegidos y concesión de pequeños comercios.

Hay que derribar mitos. Al incorporar a una persona con discapacidad, los beneficios van más allá de la cuestión impositiva, ya que al contratar a un empleado con Certificado Único de Discapacidad (CUD) en la Argentina y, al aplicar todos los beneficios impositivos vigentes, el costo laboral para la empresa es cero.

Por otro lado, tienen una valoración positiva. La experiencia indica que son trabajadores leales y estables, con baja tasa de rotación, ausentismo y accidentabilidad.

Además, promueve sentimientos de orgullo en el equipo, mejora el clima organizacional e incluso aumenta la productividad general. La actitud de las personas con discapacidad fomenta el esfuerzo, la solidaridad, el trabajo en equipo, y ayuda a derribar estereotipos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/personas-con-discapacidad-y-el-desafio-de-insertarse-en-el-mercado-de-trabajo-nid2382873
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