Dentro de las acciones para motivar a un equipo de trabajo, además de los incentivos económicos o recompensas materiales, existen otras fórmulas para lograr equipos satisfechos y un buen ambiente laboral.
La motivación laboral es esencial para mantener una alta productividad y obtener los mejores resultados, pero para lograr equipos satisfechos hay que ir más allá de una práctica de incentivos. Las empresas deben tener en cuenta que no hay un único tipo de motivación. Existen diferentes tipos que dependen de diferentes factores. Sólo hay que tomar en cuanta cuál es el que mejor se adapta a las necesidades de la compañía y a las características de nuestros colaboradores.
Una vez elegido el tipo de motivación de acuerdo a las necesidades de la empresa y de los colaboradores hay que implementarla. Si no resulta la correcta, llevará a una gran pérdida de tiempo, es por eso, que hay que reconocer y estudiar bien cuál podría ser la más adecuada. Entre todas las técnicas de motivación existentes, destacan las siguientes:
Motivación intrínseca
Es la motivación que permite que el trabajador se sienta realizado con la tarea demandada por la empresa. Se produce cuando al empleado se le dan las herramientas para desarrollar su actividad con el fin de que se sienta realizado, mejorando su motivación. Suele estar presente en los equipos de alto rendimiento.
Motivación extrínseca
La motivación extrínseca se suele asociar a un premio o recompensa por conseguir la finalización de la tarea encomendada con éxito. Es muy efectiva a corto plazo, pero puede que no satisfaga por igual al conjunto de trabajadores y resulta muy fugaz, ya que tiene fecha de caducidad.
Motivación trascendente
La motivación trascendente es la más altruista y guarda relación con el sentimiento que experimenta un trabajador cuando un tercero se ve beneficiado. Es un tipo de motivación que puede aplicarse cuando se realizan actividades tanto en grupo como en solitario, pero siempre con el fin de lograr un beneficio para un tercero.
Algunos ejemplos es dar autonomía a los trabajadores y minimizar las políticas de control. Se puede ofrecer oportunidades de ascender, para que el colaborador crezca profesionalmente.
Quizá la empresa no pueda asumir un aumento de sueldo para todos sus colaboradores, pero seguramente sí pueda utilizar el tiempo como para motivar a su equipo.
Una buena manera es implementar horarios flexibles de entrada y salida del trabajo. Esta flexibilidad horaria voluntaria permitirá a tus empleados evitar pérdidas de tiempo en el tráfico, tener tiempo para llevar o recoger a sus hijos del colegio, comer en la oficina o ir a almorzar a casa.
Son pequeñas variaciones en el horario laboral que incrementarán la calidad de vida de tu equipo de trabajo consiguiendo que esté más descansado, menos agobiado y más motivado para aprovechar al máximo su jornada laboral.
Premia a tus colaboradores con tiempo libre extra
Los empleados que respondan con su tiempo y talento a esos picos de actividad extra necesitan recibir una contraprestación por su esfuerzo, un premio a su predisposición y su productividad que perfectamente puede consistir en días de vacaciones extra, tardes libres, reducción de su jornada en las épocas de menor actividad profesional.
Ser conscientes de los métodos de motivación y medir el clima laboral de tu empresa y utilizar los incentivos no económicos permitirán mejorar la productividad de tu valioso equipo laboral. ¿Querés brindar otros consejos? Comentanos.