La conciliación de la vida personal y laboral enfrenta un gran desafío en Argentina. Un aspecto central en esta materia es el rol de la maternidad y sus implicancias en la vida laboral.
La maternidad y la dificultad para conciliar son los aspectos que se perciben como los más influyentes en lo que hace al desarrollo de carrera de las mujeres. La demanda de horas de dedicación, disponibilidad para realizar viajes y el hecho de que los cargos con mayor responsabilidad exigen más horas de trabajo promueven que aquellas personas que deseen ser madres tengan que elegir entre postergarlo para apostar a su carrera, o bien poner un paréntesis en su desarrollo profesional.
Las organizaciones pueden ofrecer desde extensión de licencias –tanto de maternidad como de paternidad- hasta distintas modalidades de trabajo flexible que faciliten la integración de todos los ámbitos de la vida y, a su vez, implementar políticas de corresponsabilidad que tiendan a contrarrestar la discordancia generada por una mayor presencia femenina en el mercado de trabajo. Contribuir activamente al desarrollo de carrera y contar con políticas para la reincorporación exitosa de las madres que finalizan su licencia por maternidad se suman como prácticas fundamentales.
La maternidad, así como la paternidad, supone vivir un proceso de transformación muy profunda en la vida. Cambian tus prioridades, tu sistema de creencias e incluso tus valores.
Se trata de vivir un proceso de cambio en el cual desarrolles las habilidades personales necesarias para permitirte armonizar esos dos aspectos tan importantes y necesarios de tu vida.
La maternidad, así como la paternidad, supone vivir un proceso de transformación muy profunda en la vida. Cuando eres madre cambian tus prioridades, tu sistema de creencias e incluso tus valores. Tu vida se transforma en un constante dar, muchos conflictos se disuelven en ti y te entregas de una forma totalmente renovadora.
Saber armonizar la maternidad y la vida profesional es uno de los objetivos más actuales y necesarios.
Se trata de vivir un proceso de cambio en el cual desarrolles las habilidades personales necesarias para permitirte armonizar esos dos aspectos tan importantes y necesarios de tu vida.
Las habilidades más necesarias en este caso son principalmente tres: productividad, comunicación y ante todo gestión de emociones.
1. Productividad
La productividad es la forma en la que gestionas los recursos (el tiempo es uno de ellos) para conseguir los resultados que necesitas. No es más productivo quien más produce, sino quien sabe producir lo necesario con la menor cantidad de recursos posibles y en el menor tiempo posible.
Si desarrollas tu productividad aprenderás a reducir el estrés, ganarás tiempo, tomarás decisiones más conscientes, mejorarán tus relaciones personales.
2. Comunicación
La comunicación es la habilidad que te permite realmente conectar con el otro, empatizar, establecer límites y crear colaboración. Comunicación es emitir información de tal forma que el otro se siente comprendido. Aprender a desarrollar tu comunicación te ayudará tanto en el trabajo como en la vida en familia y en el cuidado de los bebés.
3. Gestión emocional
Cada segundo del día sentimos emociones y nos influyen no solo en el estado de ánimo sino también en tus interpretaciones sobre lo que ocurre, puntos de vista, decisiones, acciones, relaciones, etc.
Aprender a tener las emociones de tu lado es lo que te ayudará a vivir en base a la aceptación, paz, confianza e ilusión en lugar de con miedo, inseguridad, ira o culpa.
Vivir este proceso de cambio puede ser uno de los puntos de inflexión más importantes en tu vida.
La maternidad y el trabajo no son incompatibles, aunque puede ser difícil. Gracias a tu propio cambio, todo lo demás cambiará.