Ninguna organización es ajena a las crisis. Hay empresas que saben prever los problemas y reconocer a tiempo las nuevas circunstancias que se presentan y adaptarse con agilidad a los requerimientos que exigen.
Con la experiencia compartida mundialmente como un virus, la resiliencia organizacional es la mejor estrategia para que una compañía salga adelante. Vamos hacia un modelo de dirección más horizontal, en el que las reuniones laborales son diarias, cortas y con un feedback más rápido. El líder ya no controla, sino que acompaña desde la facilitación y el ejemplo.
Las personas resilientes tienen estrategias para mantener la salud mental en buenas condiciones. Son menos susceptibles de derrumbarse ante las hostilidades laborales y el estrés, dos factores que se encuentran en el origen de gran parte de las bajas por depresión.
Este es uno de los motivos por los que un trabajador resiliente es más productivo. Otra razón es su capacidad de reaccionar de una manera eficiente ante cambios e imprevistos. Para que un equipo de trabajo sea resiliente, hay que favorecer un ambiente de apoyo a los trabajadores.
Se destacan cualidades que se pueden trabajar para fomentar la resiliencia:
– Optimismo
– Autodeterminación
– Autocontrol
– Moralidad
– Excelencia
– Creatividad
Aunque se consiga reclutar a una persona que reúna las características, es necesario que la empresa ponga también de su parte apoyando a sus colaboradores y confiando en sus decisiones. Una persona no consigue ser resiliente si todo el ambiente que le rodea es dañino.
¿Considerás que tu empresa fomenta la resiliencia? Si es así comentanos cómo la fomentan!