El futuro llegó hace rato y entre la velocidad en los avances de la tecnología, la inteligencia artificial, la automatización y las modernas demandas de empleos, aparece el fantasma de una nueva revolución industrial que podría reemplazar al hombre por las máquinas y excluir del mundo laboral a las generaciones de mayor edad.
¿Argentina está preparada para enfrentar los grandes cambios que se están produciendo en el mundo del trabajo?
No hay trabajo en el cual la tecnología no haya impactado en mayor o en menor medida. Prácticamente todas las actividades están atravesadas por la tecnología. Hay varios empleos que corren peligro o sus actividades se verán modificadas. Toda tarea repetitiva y de bajo valor agregado será sustituida por alguna tecnología ya que esa tecnología será más barata.
Argentina tiene un alto riesgo de que aquellas actividades que son extremadamente repetitivas sean factibles de ser sustituidas por tecnologías. Pero a pesar de esto, hay ciertas competencias vinculadas con la creatividad, la publicidad y empresas tecnológicas en donde los argentinos son muy valorados.
La forma de trabajar está mutando a un concepto más amplio e independiente, más remoto, y la modalidad de trabajar en un mismo espacio físico durante horas, está desapareciendo. Esto tiene que ver también con la generación de los centenials, aquellas personas nacidas a partir de 1997, han modificado el mundo laboral. Con las tecnologías, el trabajo se vio modificado y existe la posibilidad de trabajar remotamente para otro país desde Argentina.
En los próximos años se va a ir profundizando esta modalidad del trabajo remoto porque tiene que ver con el estilo de vida y los valores de las nuevas generaciones. Dichas generaciones le dan más importancia a la libertad, la autorealización y a la independencia.
Estos cambios generan interrogantes, ya que hay que enfrentarse a un futuro que parecía lejano pero que se hizo presente.
En un futuro próximo, el trabajo ya no será un lugar donde ir sino que irá hacia el trabajador a donde quiera que esté. Esta realidad es la que están atravesando los freelancers, que trabajan de manera remota, buscando autonomía, flexibilidad y libertar en el trabajo.