Lograste que tu CV destaque y llamaste la atención de los seleccionadores para lograr una entrevista de trabajo. Esto no te asegura que vayas a conseguir el puesto. Ahora tendrás que demostrar que tus habilidades te convierten en el candidato ideal para la empresa y evitar cometer errores que puedan alejarte de tu propósito. Cuáles son los errores que no tenes que cometer en una entrevista.
1. Ser indiferente
Una entrevista de trabajo es un encuentro entre la empresa y el candidato. Quieren conocerte y que los conozcas, y saber de esta forma si puedes encajar en el puesto e integrarte en la compañía. Uno de los grandes errores que es mostrarse pasivo durante el encuentro, no demostrar interés por el que podría ser tu puesto de trabajo ni por tu futura empresa.
Es importante hacer ver a tu interlocutor que conoces en profundidad la empresa. Cualquier información que tengas va a jugar a tu favor de cara a plantear preguntas y entender mejor el contexto del proyecto. Si el entrevistador te pregunta qué sabes de la compañía o por qué quieres trabajar en ella y no puedes aportar ningún dato, eso no te dejará muy bien posicionado.
Es recomendable prepararse antes: visitar la web de la empresa y su perfil en las redes, leer las publicaciones e intentar indagar cómo es la vida dentro de la compañía.
2. No transmitir tu valor diferencial
Poder demostrar que conoces el puesto y la compañía es un gran punto a tu favor. Los reclutadores quieren conocerte y saber qué puedes aportar al puesto.
Un gran error es no ser capaz de transmitir tu potencial y valor diferencial como profesional. La empresa quiere conocer qué logros has conseguido a lo largo de tu carrera, con qué dificultades te has encontrado y cómo lo solucionaste.
Lo que tenes que saber comunicar, es aquello que has logrado en cada uno de tus trabajos. Para ello, prepárate y analiza tu experiencia laboral, y planificá con atención tus respuestas para ser conciso y no dejarte nada importante.
3. Dar respuestas triviales
Pensá que la persona que tenés enfrente probablemente tenga que verse con un buen número de aspirantes al puesto. Escuchar siempre las mismas respuestas o que circulan por Internet no te hará destacar. Sé original. Tanto si te preguntan por tus cualidades o tus defectos como si se interesan por saber por qué tomaste una determinada decisión ante un problema concreto en tu empleo anterior, lo importante es intentar siempre aportar valor con la ayuda de ejemplos de situaciones concretas a las que te hayas enfrentado.
4. Ser negativo
Durante una entrevista tenes que mostrarte con una actitud dinámica y optimista. Un entrevistado repleto de negatividad, con falta de ganas y lleno de quejas será descartado de inmediato.
Hablá en positivo. Sobre todo en lo que concierne a aquellas preguntas que apuntan a tu etapa laboral anterior. Si tenés que hablar de tu antiguo jefe o empresa o de algún conflicto que hayas tenido con compañeros, elabora tu respuesta siempre desde una posición correcta, profesional y positiva. Sea lo que sea, plantéalo siempre desde la mejora.
Lo que quiere el entrevistador es comprobar tu capacidad para resolver problemas y trabajar en equipo. S
Mejor que te centres en explicar cómo esas experiencias te ayudaron a desarrollarte y a enfrentarte a nuevas situaciones.
5. Fingir ser alguien que no sos
Fingir tener habilidades que no tenés hace que en algún momento salga tu verdadero ser.
Mentir sobre tus habilidades o titulaciones puede ser realmente contraproducente, ya que se trata de aspectos muy fáciles de comprobar. Basta con que te pidan que demuestres tu títulos o simplemente te hagan alguna prueba de conocimientos. No dudes en destacar los conocimientos y habilidades que ya posees. Intentá diferenciarte con las habilidades que sí tienes. Sé cordial, correcto, amable y, sobre todo, sé tú mismo.