Reinventar la flexibilidad es el principal foco de los departamentos de recursos humanos en estos momentos. La flexibilidad es un concepto que aparece tanto a nivel organizacional como desde el punto de vista de la oferta. Las empresas están viendo cómo adaptarse a esta nueva realidad.
La pandemia ha puesto de manifiesto que saber ajustar rápidamente la capacidad y los recursos a un entorno cambiante es la clave del éxito. La reorganización de los equipos de trabajo ha sido una de las fórmulas más utilizadas.
Antes de la expansión del Covid-19, las empresas consideraban que el principal obstáculo para ejecutar una transformación organizativa exitosa era no contar con las habilidades adecuadas para ello. Dirigir la capacitación de los empleados hacia grupos de talentos críticos, mantener el presupuesto e incluso, aumentar los fondos disponibles para esta función son algunas de las prioridades inmediatas en las que están poniendo el foco los planes de transformación.
Resulta fundamental que las empresas sean conscientes de cuáles son las habilidades que necesitarán para enfrentarse a los retos del futuro y conocer cómo están conformados sus equipos. Hay que definir dónde y qué habilidades hay de manera interna para poder entender con cuáles ya se cuentan, cuáles habrá que desarrollar y qué otras hay que buscar fuera.
Hay una necesidad de premiar la adquisición de nuevas habilidades, pero hay muy pocas organizaciones que planean recompensar estos aprendizajes. Las empresas que vinculan las carreras profesionales y la compensación con el desarrollo de futuras habilidades específicas democratizarán las oportunidades de formación y crearán una cultura que incentive la transformación empresarial.
El teletrabajo, que se generalizó a lo largo de 2020 como consecuencia del aislamiento obligatorio, plantea a su vez nuevos retos. Así, los datos de desempeño vinculados con el trabajo flexible están en el punto de mira para los departamentos de recursos humanos, que deberán decidir si siguen ofreciendo –y con cuánta frecuencia– el trabajo en remoto como una opción de cara a la recuperación de la normalidad.
La pandemia no ha traído consigo únicamente la necesidad de crear nuevas formas de trabajar, sino que también ha generado situaciones límite, tanto personales como profesionales en las organizaciones. Es por eso que la importancia de la salud mental, que ya había cobrado más relevancia en los últimos años, será un eje fundamental de los planes de recursos humanos de cara a 2021.
La cuarentena ha sido un entorno muy agresivo mentalmente y se ha mantenido más tiempo del que se preveía. La telemedicina dará el salto también al mundo corporativo: el 30% de las compañías pretenden instaurar el chequeo médico a distancia en el nuevo año.