El coronavirus COVID-19 y las medidas de aislamiento obligatorias que rigen en todo el mundo, en algunos lugares, ya con algo de flexibilización, modificaron las políticas a las que el mercado laboral venía acostumbrado.
El home office en muchas actividades, protocolos, distanciamiento social, menor movilidad y extremos cuidados sanitarios son algunos de los cambios más significativos que se produjeron en el mundo del trabajo que llegaron para quedarse.
Una gran mayoría de las empresas están imposibilitadas de operar o debieron modificar radicalmente sus pautas de funcionamiento, con muchos trabajadores desde sus hogares y teniendo que conciliar su vida profesional y laboral en un mismo lugar.
De un momento a otro hubo que adaptarse al home office, muchas cosas no volverán a ser como antes en el mundo del trabajo cuando la cuarentena termine y volvamos a una cierta normalidad. Respecto a la nueva normalidad, tendrá que tener como eje prioritario a las personas.
Hay que comprender que la seguridad y la salud en el trabajo son derechos, apostando a una transición justa, el aprendizaje permanente y una mayor formalización. Cuando superemos esta crisis, debemos procurar que esta experiencia nos deje como legado una mejor normalidad, que elimine las injusticias respecto a la informalidad del trabajo y nos dé herramientas para construir un futuro del trabajo más inclusivo.
Nuevo escenario laboral luego de la pandemia:
1) Pautas de distanciamiento en oficinas, plantas y ámbitos laborales
Cuando se levante la cuarentena, habrá que seguir conviviendo con los protocolos de distanciamiento físico que afectarán sustancialmente la forma de vinculación en los distintos ámbitos laborales. Las empresas deberán esforzarse para generar ambientes de trabajo seguros para los trabajadores, adecuando sus instalaciones, procesos y estándares de trabajo en línea con los nuevos parámetros de distanciamiento.
2) Home Office y trabajo remoto
La situación de aislamiento preventivo obligó a muchas empresas a generar las condiciones para que sus colaboradores realicen home office, incluso cuando la cultura predominante se orientaba hacia el trabajo presencial, el control y el cumplimiento de horarios. Esto permitió derribar barreras culturares, prejuicios y mitos en relación al trabajo remoto y la productividad, la autogestión y el compromiso de los colaboradores.
3) Desplazamientos, eventos y reuniones
La pandemia paralizó el mundo de los viajes y el turismo y se espera que sea una de las industrias que más demore en recuperarse. Esta situación impactará en la organización de convenciones, congresos, capacitaciones y otros eventos corporativos que dejarán de ser presenciales y pasarán a entornos virtuales.
Las empresas deberán adaptar con creatividad y flexibilidad los esquemas de horarios laborales para evitar el traslado de los trabajadores en transporte público en horas pico.
4) Trabajo por objetivos
El teletrabajo instaurado masivamente por las circunstancias sanitarias tuvo como efecto secundario que muchas empresas se den cuenta de que no requieren basarse en el control de horas para asegurar la productividad de su fuerza laboral.
La confianza en el desempeño a distancia y la productividad sostenida durante el aislamiento han puesto en evidencia que el trabajo por horas quedó obsoleto y va ganando terreno el trabajo por objetivos.
5) Trabajo freelance
El mundo del trabajo post COVID-19 ofrecerá mayores posibilidades para formatos y experiencias de trabajo más flexibles y la inclusión de los freelancers como parte del talento de las organizaciones.
La incorporación de talentos en formato freelance, por proyecto o part-time crecerá de la mano de un contexto en el que las organizaciones necesitarán más que nunca ser competitivas para recuperarse del impacto económico que dejará la pandemia.
Un factor positivo que podría permanecer es que por la pandemia algunas actividades tuvieron que incorporar elementos de prevención y eso funcionó muy bien donde existen comité mixtos de seguridad e higiene.
Muchas empresas han reorganizado sus operaciones, se abrieron nuevas oportunidades para cambiar modelos de negocio, el consumo y la producción, hacia sistemas sustentables desde el punto de vista del medio ambiente.
El desafío será compatibilizar las nuevas formas de trabajo que vendrán con la necesidad de los trabajadores de contar con una mayor protección social.
¿Cómo crees que serán las condiciones laborales cuando volvamos a las oficinas? ¿Qué pensás acerca de lo que será la nueva normalidad?