A partir del inicio de la pandemia, la comunicación interna en las empresas se modificó. En este contexto, sus funciones cobraron un especial valor para las organizaciones.
¿Qué desafíos trajo el home office obligatorio para los responsables de comunicación interna en empresas y organizaciones?
Con el COVID-19, las compañías se vieron obligadas a pasar de una dinámica presencial a una virtual de manera inmediata. En ese sentido, resultó clave que concentraran sus esfuerzos en readaptar sus estrategias de comunicación interna para que les permitieran desarrollar acciones para seguir afianzando el vínculo con sus colaboradores, mejorar la coordinación y concretar los objetivos de negocios.
En muchos casos, esta nueva dinámica puso de manifiesto la necesidad de contar con vínculos saludables y transparentes para poder continuar con un buen ritmo laboral a distancia.
Principales desafíos en tiempos de COVID-19
La llegada de la pandemia alentó a las organizaciones a poner atención a lo que pasaba en sus equipos, así como a aclarar sus dudas y acompañarlos durante todo el proceso.
¿Cuáles fueron los principales desafíos a los que se estuvieron enfrentando las organizaciones en cuanto a su comunicación interna?
- Informar
Al comienzo de la pandemia, una de las acciones que se llevó a cabo fue acercar información sobre qué era lo que estaba pasando y qué se iba a hacer al respecto dentro de la organización. Quedando los contenidos centrados en el COVID-19 exclusivamente; el foco fue la salud, la seguridad del personal y sus familias.
Se buscó que los mensajes tuvieran un tono empático y auténtico. Hubo un fuerte predominio de los canales de comunicación interna digitales tales como mailings, micrositios y reservorios de información. Aquellas empresas que ya los tenían desarrollados los potenciaron y las que no, los incorporaron velozmente.
- Escuchar, entablar diálogos y contener
En una etapa posterior, se dedicó un espacio para entender qué les pasaba a los empleados y de qué manera se podía continuar una relación con ellos a pesar de la distancia física, recurriendo a herramientas tales como encuestas o llamados uno a uno. Así, se empezaron a escuchar las distintas necesidades que tenían, como por ejemplo de equipamiento, de acceso y de conexión.
Además, el personal comenzó a utilizar nuevos canales de comunicación y, a partir de ahí, surgió el deseo de reinventar los espacios de relacionamiento.
Comunicación interna post COVID-19: ¿cómo proyectar?
Actualmente, las organizaciones están evaluando cómo va a ser su nueva normalidad. Planificando su vuelta a un escenario distinto.
- Volver a incorporar los procesos y temáticas habituales con un tono más organizacional, sin perder lo humano.
- La gestión del miedo, para el que se están desarrollando protocolos de regreso.
- El protagonismo del líder: este punto resultará clave. Es importante que sepa dar respuestas ágiles, sinceras y motivadoras.
La pandemia de COVID-19 situó a las empresas en un contexto desafiante, que al mismo tiempo trajo una gran cantidad de oportunidades para aquellas que estén dispuestas a sacarle el máximo provecho a su comunicación interna y repensar cómo fomentar la cultura aún en momentos adversos.
Al no saber qué es lo que se viene, lo que podemos hacer es buscar las herramientas necesarias para transitar la adversidad de la mejor manera posible.
Contáctanos para consultar estrategias para potenciar la comunicación interna de tu empresa/negocio.