En un entorno laboral cada vez más dinámico y competitivo, encontrar al candidato ideal no depende únicamente de un buen CV o una entrevista bien conducida. En este contexto, las evaluaciones psicotécnicas continúan siendo una herramienta clave para conocer en profundidad el perfil cognitivo, emocional y actitudinal de cada persona.
A pesar de su valor, muchas veces se subestiman o se utilizan de forma automática, perdiendo así todo su potencial.
Sabemos que estas evaluaciones:
✅ Aportan objetividad y profundidad al proceso.
✅ Permiten identificar habilidades como atención, liderazgo, toma de decisiones, flexibilidad y tolerancia a la frustración, entre muchas otras.
✅ Ayudan a detectar ajustes o desajustes entre el perfil del candidato y el entorno laboral.
✅ Son un insumo valioso para tomar decisiones éticas, estratégicas y sostenibles.
🔎 Pero su verdadero valor no está solo en la herramienta, sino en cómo se interpreta: con mirada profesional, contextualizada y alineada a la cultura y necesidades de cada organización.
📌Un aspecto clave que no podemos pasar por alto es la importancia de que cada candidato comprenda qué se evalúa en un psicotécnico, por qué se utiliza y cómo se integra dentro del proceso de selección.
Brindar esta información de forma clara y anticipada no solo reduce la ansiedad natural que puede generar este tipo de evaluación, sino que también promueve una experiencia más transparente, ética y profesional.
👉 Por eso, es fundamental que como profesionales de recursos humanos comuniquemos previamente el propósito de la evaluación, sus alcances y su rol dentro del proceso, generando así un entorno de mayor confianza y respeto mutuo.
💬¿Usás psicotécnicos en tus procesos de selección? ¿Alguna vez participaste de un Psicotécnico como postulante?