2020 ha traído la pandemia y las consecuencias de ella, en todos los sectores y ámbitos. En el ámbito empresarial es momento de revisar objetivos y esa revisión debe ser conforme a la situación y circunstancias de la empresa, siendo objetivos realistas.
Un balance consciente lleno de propósitos. El balance que se haga del año que se deja atrás debe ser plenamente consciente y ajustado a la realidad por la que se ha transitado en estos últimos meses. Todos nos hemos visto en la obligación de hacer un esfuerzo para resolver los pequeños y grandes desafíos del día a día. Lo más recomendable es celebrar aquellos objetivos que hemos alcanzado y observar aquellos otros a los que no hemos llegado.
Para 2021 será el año de retomar todos aquellos proyectos o procesos que hemos tenido que frenar para tratar de alcanzarlos en el próximo. Muchas empresas han tenido que reinventarse, es posible que tengamos por delante un horizonte lleno de nuevas oportunidades.
Adaptarse es seguir adelante. Algunas empresas que se dedicaban a fabricar ropa han pasado a focalizarse en la confección de barbijos. Las empresas han demostrado su resiliencia. Adaptarnos es lo más natural que podemos hacer para comenzar a ajustarnos a la realidad y a los nuevos objetivos. La adaptación nos hace más fuertes y conscientes de nuestro potencial.
Objetivos y propósitos para 2021. Debemos plantearnos los objetivos para 2021 y conviene ser realistas. Los objetivos para el nuevo año deben ajustarse al momento en que vivimos, para que al terminar 2021 podamos hacer un balance más positivo que el del año anterior.
Lo más recomendable es enfocarse en aquellos problemas de carácter más inmediato y en objetivos perfectamente accesibles, que aunque no nos hagan alcanzar grandes objetivos, nos permitan ponernos al día y sentirnos seguros. Un ejemplo práctico de esto sería enfocare a algo como el teletrabajo. La idea sería preguntarse «¿Hemos sido capaces de implementar el teletrabajo?». Uno de los objetivos a cumplir puede ser justamente este. Es decir, solucionar problemas que hemos arrastrado durante estos últimos meses para conseguir procesos resolutivos y eficientes, que generen satisfacción entre los miembros de nuestro equipo y les permitan trabajar con comodidad y eficiencia.
Facilitar el trabajo. La digitalización es un proceso que muchas empresas ya han comenzado a abordar. La digitalización de los procesos contribuye a facilitar el trabajo y la felicidad de los usuarios. Una de las recomendaciones es la de escuchar a las personas que trabajan con nosotros para que nos planteen sus problemas y dificultades. Es momento de optimizar al máximo los recursos y de monitorear cada inversión de tiempo y de energía.
Uno de nuestros propósitos a corto y largo plazo debe ser, conseguir plantear nuevos proyectos y seguir fomentando la pertenencia a la empresa será fundamental. Aunque el equipo esté teletrabajando, cada uno desde su casa o solo con parte del equipo en la oficina, se debe seguir sumando al equipo, escuchando y fomentando dinámicas que permitan a todas las personas participar y aportar. Comunicarse bien y hacerlo a menudo seguirá siendo imprescindible para enfocarnos en un 2021 positivo y productivo para todos.