Muchas compañías están aprovechando este tiempo para formar a sus equipos y prepararlos para enfrentar lo que se viene.
Los cambios afectan tanto a grandes como a pequeñas y medianas empresas. Grandes compañías en menos una semana enviaron a trabajar a sus equipos a sus casas y consiguieron con gran esfuerzo establecer sus operaciones en forma remota.
Es infinita la lista de ejemplos que se pueden dar de diferentes y múltiples reacciones que han tenido las compañías ante el Covid-19. La resiliencia es un factor clave para que las compañías sin importar el tamaño o sector en el que se desempeñan, puedan superar este proceso y transitarlo de la mejor manera.
Una persona resiliente es aquella que puede superar un problema y salir fortalecido y mejor que antes. La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad. Trasladando dicho concepto a las empresas, la resieliencia tiene que ver con el poder de liderazgo de la gerencia, el uso de la tecnología como herramienta clave en la gestión y una orientación muy fuerte a escuchar a sus clientes. Las empresas que mejor se han adaptado a esta situación, han sido las que pusieron énfasis en la comunicación con sus equipos y han creado diversas actividades en forma remota para poder contener a sus colaboradores. Muchas compañías están aprovechando este tiempo para formar a sus equipos y prepararlos para lo que se viene.
Aún no se sabe cómo sera la normalidad luego de la pos pandemia, pero sí se sabe que el foco va a estar puesto en el talento, escuchar a los clientes y entender que la tecnología es una herramienta indispensable para la gestión.
La resiliencia organizacional es la capacidad de una organización para recuperarse, por sí misma, de cualquier interrupción de sus actividades, internas o externas, comprometiendo a todos sus medios. Una organización altamente resiliente se identifica por su velocidad y agilidad para retornar a una situación de normalidad, mejorando cada vez para enfrentar futuras emergencias o crisis.
Las empresas resilientes cuentan con algunas características básicas que les permiten enfrentar y salir de la mejor manera de estos imprevistos:
– Tienen capacidad de aprendizaje. Las empresas resilientes están en constante aprendizaje, adecuando permanentemente sus procesos y procedimientos a los nuevos métodos de trabajo.
– Diversifican sus productos. Saben cuáles son los momentos adecuados para sacar esa nueva línea de negocio o reformar sus líneas actuales, buscan innovar, mejorar o desarrollar estrategias y productos nuevos.
– Son flexibles. Se basan en las tendencias actuales para funcionar y trabajar en torno a éstas, conocen que el mundo incierto y complejo.
– Transforman el entorno. Cuando las empresas resilientes caen en un bache cambian su entorno y buscan cómo sobrevivir, transforman sus líneas de negocio, implementan nuevas formas, lo que los hace adaptarse a las nuevas necesidades del mercado y salir de las crisis de una sola pieza.
– Contratan a personas resilientes. Las compañías con buenas dosis de resiliencia buscan gente que comparta su filosofía, que sea cambiantes y que se adapten con facilidad. Buscan personas curiosas, innovadoras y adaptables.
La enseñanza que nos está dejando esta crisis de pandemia respecto a la resiliencia, es la de poder pensar, razonar, organizar, disponer, planificar, ensayar, evaluar y volver a pensar en un ciclo con dimensiones totalmente dinámicas.