En solo unas semanas, millones de trabajadores se han visto obligados a trabajar desde casa o de manera remota en otro lugar que no sea la oficina. La adaptación a esta nueva forma, ha significado brindar a empleados los dispositivos que necesitan para trabajar de forma eficiente fuera de la oficina. Para seguir siendo competitivos, muchos colaboradores no solo están permitiendo a su personal desconectarse de sus escritorios y la oficina física, sino también están permitiendo que se vuelva una realidad ofrecer acceso remoto a sistemas internos.
Cada día va siendo más habitual que el desempeño laboral se realice sin la necesidad de que el trabajador esté presente físicamente en la empresa durante su horario laboral. Esta modalidad de trabajo presenta numerosas ventajas para los colaboradores, ya que permite una cierta flexibilidad de horarios, conciliar de una mejor forma la vida personal con las responsabilidades laborales, flexibilidad geográfica y un ahorro en costes y en tiempo al no tener que desplazarse al lugar de trabajo. A pesar de todo lo dicho anteriormente, hay también desventajas. Una de ellas es que aumenta las posibilidades de que las empresas sufran una violación de la seguridad de los datos haciendo que la seguridad se vuelva una de las preocupaciones clave tanto de pequeñas como grandes empresas.
Ataques cibernéticos
Según investigaciones recientes de la empresa líder en ciberseguridad para hogares, a cada minuto se registran 49 ciberataques en Argentina. Gran parte de la infraestructura de IT de las oficinas están diseñadas para protegerse contra dichas amenazas, es posible que un hogar estándar no cuente con este tipo de protección.
La mayoría de los dispositivos están protegidos con contraseñas alfanuméricas, las cuales pueden ser fácilmente decodificadas.
Agregar barreras de datos biométricos hace que se vuelvan más seguras que si solo tuvieran una contraseña. Esta autentificación multifactor puede permitir a los administradores de IT manejar la protección de dispositivos de mejor manera.
Trabajar desde casa también significa que los colaboradores tendrán tiempo improductivo y que quizá usen dispositivos de la empresa para navegar la web con fines de entretenimiento. Esta navegación libre por Internet tiene la posibilidad de que se instale un virus en el dispositivo del colaborador y ponerlo en riesgo.
Un ataque puede ser devastador: los administradores de IT deben asegurarse de que los dispositivos del empleado cuenten con protección BIOS ante la posibilidad de esta amenaza.
El trabajo remoto también significa comunicarse a través de videollamadas o trabajar mediante el uso de aplicaciones de colaboración, además de coordinarse con los miembros de los equipos en diferentes locaciones a través de distintas plataformas.
Los colaboradores necesitan tener una conexión a Internet confiable y segura en todo momento. Los dispositivos tienen que estar conectados al Wi-Fi, entonces los administradores de IT pueden brindar soporte para seguir algunos sencillos pasos y proteger las redes domésticas, colocando contraseñas y routers, usar autentificación o esconder el nombre de la red.
A largo plazo tanto empleadores como empleados podrán beneficiarse al ser más flexibles. Algunos estudios también indican que las empresas son más propensas a obtener más resultados de sus colaboradores cuando ya no tienen que transportarse al trabajo. Sin embargo, para obtener todos los beneficios de este sistema laboral, la seguridad debe ser tomada en cuenta.
Las amenazas existen, pero también hay formas muy eficientes de proteger tanto a empresas como a empleados. La información y los datos son unos de los activos más importantes para las empresas, por lo tanto, es esencial que se creen documentos específicos, se concientice y se informe a los trabajadores sobre obligaciones y responsabilidades respecto de la información que tratan fuera la empresa.